viernes, 23 de enero de 2009

Conceptos clave

Tendencia: Idea religiosa, económica, política, artística, etc., que se orienta en determinada dirección (RAE). De ahora en adelante, cuando hable de tendencia me referiré a “moda, que puede ser absurda o no, que sigue la gente molona de mi pueblo”. Las tendencias castelloneras pueden no tener nada que ver con las tendencias de otros lugares, pero eso ya es otro cantar.

Cutrendencia: Moda absurda, chunga y terriblemente pretenciosa que sigue la gente de mi pueblo.

Trendsetter: En realidad, los trendsetters son los que van marcando las modas, pero yo me refiero a los hypes del momento, que más que crear tendencias, las siguen a pies juntillas. Sí, es un término despectivo.

Musas y musos: Los verdaderos trendsetters, que están por encima del bien y del mal. Los que de verdad se atreven a llevar cosas raras, se cortan el pelo raro, te miran mal por no molar, viven en grandes ciudades y vienen a vernos a provincias con ese tufillo de moderno y winner de la vida.

Bricomplemento: complementos hechos a mano. Facilito, eh!

Coolhunting: cazar tendencias. En mi caso, mirar a los demás de arriba abajo y ponerlos a caldo o comentar lo mucho que molan.

Trendy: moderno-cutre, así en rollo despectivo.


Los diferentes conceptos establecen distintas dinámicas entre ellos. A saber: un verdadero muso es el que crea las tendencias que los trendsetters of the night siguen, machacan y terminan por convertir en algo zafio. Entonces, los trendsetters convierten estas tendencias chachis en cutrendencias que amplifican a la plebe.


Cuestiones teóricas y metodológicas aparte, debo admitir que yo no soy precisamente una musa. No creo tendencias, ni soy especialmente avispada para cazarlas al vuelo y aplicármelas. Yo sólo veo las cosas cuando las tengo delante de mis llamativas narices. Esta especie de disclaimer sólo pretende dejar claro que yo no molo nada, ni lo pretendo. Tengo un gusto bastante dudoso para combinar colores y no acabo de entender muy bien la frontera entre que la ropa quede ajustadita y pequeña. No estoy buena, ni ridículamente flaca, ni tengo pasta para comprarme ropa guay. Siempre llevo colores discretos y ropa aburrida. Nunca he estado en Nueva York, no he vivido en Londres ni en Berlín, ni en ciudades modernas y vanguardistas. No he ido al Bread & Butter. No me conozco los mejores mercadillos de Madrid y Barcelona, ni tampoco esas tiendas a las que hay que ir (y sobre todo, contar que has ido). Esto es un mero ejercicio de observación no participante.

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